domingo, 16 de septiembre de 2007

¿Qué ves?

Y Ellos Creen que por tener ojos de color pertenezco a su burgesia...
Y Ellas Creen que por reflejar en mi sus propios colores seré arrogante como ella sola...

Y una sonrisa les duele, por que no soportan la simpatía, por que no saben de humildad, por que les enseñaron a mirar con arrogancia desde que son adolescentes.

No me mires como a un igual, no lo soy.
No me mires como a un extraño, no lo soy.

Solo Abre los ojos, y mira más allá de lo evidente..




martes, 11 de septiembre de 2007

Mi sueño de una noche de verano

Fue entonces cuando comprendió que la ciudad no estaba hecha para él.

Los árboles del pueblo habían sido sustituídos por farolas que hacían las veces de guardianes en la noche, nada escapaba a su control. Allí la brisa fresca caducó hacía ya años y el silencio, junto con la calma, fueron robados por un ladrón de guante blanco...quizás nunca existieron, pensó. Se abrochó el deshilachado botón de su rebeca de lana y cámara en mano trató de inmortalizar todo aquello de lo que se sentía un mero observador, un mirón, un curioso, no formaba parte del reparto de actores que era Madrid. Las mozas allí eran mujeres, las faldas...demasiado pequeñas y sus espectativas, al igual que sus ganas de comerse el mundo, demasiado grandes. A las pocas horas de haber dejado atrás la estación de Atocha el hambre hizo mella en él. Contaba con el poco dinero que había ganado trabajando para su tío en la granja, lo justo para sobrevivir un par de semanas mientras buscaba un modo de ganarse la vida...como si ésta fuera algo que se puede perder o ganar, algo que nunca nos llega a pertenecer del todo...

Madrugaba cada día en busca de su sueño. Ignoraba que detrás de los sueños no se corre, ellos son los que dan contigo...y tú, tú los haces realidad. Cada anochecer le parecía distinto. Acostumbrado a ver cada tarde ponerse el mismo sol tras el mismo campo de trigo en casa, allí cada puesta de sol tenía un color diferente. Había días en los que éste era oscuro, triste. Otros en los que reinaba un cielo rosado, que se degradaba de un extremo a otro del desolado paisaje de antenas y de males. Él saboreaba cada uno de ellos con la mirada perdida, ansioso de que un golpe de suerte se acostara con él esa noche y no lo abandonara nunca ante la gran ciudad.

Luis.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Cosas de casa


Pasa hasta en las mejores familias que a la hora de la comida todos tenemos nuestro sitio "de siempre"...pero nunca nos hemos parado a pensar por qué ocupamos ése y no otro. Es curioso. Pasa también que tu hermana monopoliza el teléfono durante horas y que tu madre decide llamar justo cuándo tu ansiado turno llega. En "chez moi" pasan esas y muchas otras situaciones típicas...Que para saber si el día va a ser frío o caluroso no necesito recurrir al hombre del tiempo, basta con tocar el poyete de la ventana...si está frío entonces cogeré un jersey, que más tarde refrescará seguro. La jarra de agua es tan "chic" como poco útil y el "quita tú la mesa que yo la he puesto" es la banda sonora original después de cada manjar. "Luis, cuando puedas mira a ver qué le pasa al Canal Satélite, que no funciona", "Mamá, está apagado ¬¬". Basta que me ponga a estudiar para que mi padre decida emprender una dura lucha a vida o muerte taladradora en mano para colgar uno de sus abstractos cuadros de artistas noveles. No faltan las peleas por el uso del baño ni la guerra por hacerse con el control del mando de la tv...lo curioso es que una vez que lo tienes, ya todo te da igual y dices "Bah, tomadlo vosotros, que yo me voy a ir a dormir en un rato...y además, en verano, la telebasura huele peor".


Un saludo, Luis.