lunes, 25 de febrero de 2008

Habana Blues vol.1



La Habana es música, es ilusión, rebosa poesía y palique allá por donde la recorras. La Habana vive de día y no duerme de noche, es una adolescente que vive de sueños y jamás ve el momento de coger la cama por miedo a que no haya un mañana, por temor a que al despertar todo sea una estúpida mentira y sus pertenencias se esfumen. Su pasado es historia, su futuro una incógnita...y su presente un regalo. ¿Será entonces por lo que los Cubanos disfrutan de cada minuto como si éste fuera el último? La Habana se viste de finas ropas y baila a ritmo de salsa durante toda la noche en las calles y en los bares. Corre ron por sus venas y viejos Chevrolets del '53 por sus calles, que hacen las veces de taxistas siendo el regateo el pan de cada día y necesario un curso de Ingeniería Industrial para arrancar estas viejas máquinas. La Habana aprendió a vivir sin nada, de modo que cualquier cosa le hace sonreir, es como un niño con cuerpo de anciano. Se sienta de cara al mar en el Malecón y con el ceño fruncido y el sol golpeando su cara, espera a que una ola de misericordia decida romper con las impenetrables rocas que la protegen.


Luis.