sábado, 25 de octubre de 2008

Should I stay or should I go?

He tratado de escribir este post 200 veces desde que me dieron la noticia el jueves pasado, sin saber del todo cómo empezarlo y qué contar exactamente...así que me dejo la prosa para otro día y voy al grano.

Me han ofrecido hacer prácticas (de 6 a 12 meses) en Bangalore, India. Bangalore es el Silicon Valley indú, el lugar donde todas las empresas relacionadas con la tecnología de la información convergen. Supongo que es una de las decisiones que cambia tu vida para siempre. Supongo que elegir entre quedarme en París todo el año o irme a India es más complicado que elegir camiseta para cenar con tu chica o si tomarás vino en una cena con amigos. Esto va más allá de lo que jamás habría soñado antes de venir...muchas veces la realidad supera la ficción, me toca entonces sacar el disfraz de Superhéroe del fondo del armario para hacer frente a la que se avecina.

Me doy unos días para pensarlo e informarme bien de todo, pronto vuelvo con más.

Un beso.

Luis.

jueves, 16 de octubre de 2008

Ça plan pour moi

Nadie dijo que fuera fácil empezar de cero en París. Aquí aman la burocracia, odian a los estudiantes y comen por la calle croquets y paninis de jambon au fromage, eso sí, visten con zapatos de punta y portan abrigos de Dior, a ver qué te has creído. París es como , al principio acojona e impone respeto, más tarde engancha y te pide más...te pide un penúltimo paseo, una penúltima copa de vino, una penúltima canción a la que nunca puedes decir que no...a la que nunca dirás nunca porque la curiosidad por saber qué encontrarás al otro lado del puente que cruza el Sena te invade suavemente desde la cabeza a los pies...

Reconozco que me sentí solo entre tanto desconocido, que me sentí como Alfredo Landa en la Suecia de los años '70...pero sin chorizos en la maleta, lo cual hacía que todo fuera más complicado. Confieso que esto me parecía enorme y que aún habiéndome bebido Madrid, me ahogaría en este gran vaso de agua...por suerte cada día siento más que hago pie y que ni el mismísimo Napoleón podría hundirme si así lo quisiera...

Desde acá, para los de allá,

Luis.