miércoles, 4 de febrero de 2009

La luna bajo el brazo


Porque la idea de coger el primer vuelo que pude a Roma me hizo sentir como un náufragro en medio de la gran ciudad, como un explorador que nada lo conoce, como una guitarra que no deja de sonar. Estar constantemente en un sitio me mata, me hace sentir como una bolsa de viaje sin equipaje, como un mar sin su sal. Me produce el mismo no sé qué que una risa sin sonrisa, que un cielo sin estrellas, que una vida sin desamores...que un pez en un arenal.


De este modo me dí a la vida de colchones prestados de una sola noche y amigos de mil de ellas, de esos de toda la vida. Me di a la vida del "de aquí para allá", que me permite sentirme lleno de vida, que me permite morder trozos de aquello que soñé, que me recuerda que aún tengo rock & roll en el pecho...

Luis.