jueves, 17 de abril de 2008

Que no dejo que me quieran...solo que me abracen.



Mientras a mí no me digan lo contrario, soñar sigue siendo una de las pocas cosas que todavía pueden hacerse sin la necesidad de pedir la cuenta después...

Puestos a soñar, yo quiero que Cat Power me despierte con un Sea of Love cada lunes. Ya que estamos que tiramos la casa por la ventana, mejor que esté sentada sobre un taburete a modo de monologuista e iluminada por la única luz de su guitarra, con las piernas cruzadas y el cabello, lacio, cayéndole sobre los pechos. Le daré una copia de las llaves de casa para que venga cada mañana a eso de las 9 y media (que ya se me habrá pasado la modorrita) y me dé los buenos días. Sonando de fondo, el olor de un buen café. Aún sabiéndolo, me haré el dormido y esperaré, con la impaciencia del que tiene una primera cita, a que entre desnuda por la puerta de mi habitación...se siente a mi lado y poco a poco vaya ganando terreno y tensión sobre la cama para acabar haciendo el amor y darle un toque de canela al día. No te digo esto porque me parezcas la tía más guapa y sexy del mundo, creo que si algo he aprendido es que lo que hace interesante a una mujer es lo que de ella oyes, no lo que ves... Y yo, yo lo que quiero es que me hablen al oido y me hagan cosquillas en la espalda mientras cuento hasta infinito con los dedos de los pies. Yo lo que quiero es una pedorreta bien hecha en la tripa...me da igual si es Cat Powel, el equipo al completo de presentadoras de pelo corto de La Sexta o la hermana mayor de Carmen Sevilla vestida de folclórica, coño. Quiero el agujero en mi donut, el queso en mis macarrones,
un ritmo cuando falte emoción...

Luis.

Ryuchi Sakamoto - Bibo no aozora

Hay días en los que es mejor estar callado y parecer que eres tonto, que abrir la boca y demostrar que lo eres. Hay días en los que no consigo enlazar más de dos frases con sentido cuando me siento a escribir...días en los que me clavo las espinas de las rosas que piso. Son días en que el agua que lleva mi río no fluye como debería...está turbia...es como si alguien se hubiera encargado de remover el fondo y hubiera sembrado caos y desorden en mis ideas.

Hay días que se escapan de las manos...huyen como coches robados...


Luis.