Nadie dijo que fuera fácil empezar de cero en París. Aquí aman la burocracia, odian a los estudiantes y comen por la calle croquets y paninis de jambon au fromage, eso sí, visten con zapatos de punta y portan abrigos de Dior, a ver qué te has creído. París es como tú, al principio acojona e impone respeto, más tarde engancha y te pide más...te pide un penúltimo paseo, una penúltima copa de vino, una penúltima canción a la que nunca puedes decir que no...a la que nunca dirás nunca porque la curiosidad por saber qué encontrarás al otro lado del puente que cruza el Sena te invade suavemente desde la cabeza a los pies...

Desde acá, para los de allá,
Luis.
6 comentarios:
Pues a mi esto no me termina de convencer...NO se que me pasa...
me alegra ver que te empiezas a cuadrar en esa ciudad.
se te echa de menos en la blogosfera.
mucho ánimo por allí.
valiente tú, que a mí París me asusta.
suerte
Otro mes allí y ParíS se te queda pequeño. Además no se sabe qué tiene esa ciudad que os engancha y luego no queréis volver, así que ten cuidadito y ándate con ojo...
un beso ASÍ de grande desde aquí ;)
ola!
vaya cuanto tiempo sin escribir!
ya s te echaba de menos x este mundillo;)
veo q por París todo bien. Cuanto tiempo te queda ahí?
(aprovechalo)
besos :P
No encuentro una ciudad mejor para sentirse solo y perdido...
Un saludo y ¡ánimo!
Publicar un comentario